lunes, 9 de abril de 2012

personas que me sacan de mis casillas (III)

Como ya ha terminado la Semana santa y mi idea de escribir un diario para  todos los días quedó en agua de borrajas, hoy voy a hablaros de algo que prometí y que no iba a hacer pero forzada por mis circunstancias personales y algunas cosas vividas estos días, tengo que despacharme en algún lado de una tercera tipología de personas que me ponen de un humor similar al de Los Entz el día que descubrieron a los orcos de Saruman talando su bosque.

estos son los "Gorraplato"
El Gorraplato es un personaje que predomina en los grupos organizados de personas,  puede aparecer en ambientes laborales variados, pero lo normal es que aparezca  reforzado en  cualquier asociación que requiera una organización interna. Esto es cualquier grupo que tenga estatutos.
El gorrapalato no es el más listo de todos, ni tampoco el más querido,  tampoco es el que mejor conoce el funcionamiento del grupo humano,  posiblemente acaba de llegar, pero es  alguien bien dispuesto a trabajar  y a caer bien al menos en un primer término, así, que nada más desembarcar en la asociación, club, hermandad o sociedad. empezará a ofrecerse voluntario para hacerse cargo de tareas que otros no quieren hacer y para que de repente todos cuenten con él para todo
En menos que  canta un gallo, el Gorraplato estará  dando saltitos alrededor de la junta o  dirección del cotarro cual yorkshire ante  una loncha de Jamón York y  fijará sus objetivos en un premio más codiciado, el anillo único de poder.
Evidentemente el gorraplato actúa como un salvador, un mesías que llega para  cambiar las cosas y   enseñarles a los demás como estas deben hacerse. Da igual que  estas estén siendo  ejecutadas de forma óptima desde hace tiempo y que todo el mundo esté contento con el  funcionamiento y  logros conseguidos, él puede hacerlo mejor. Así que el Gorrapalato está al acecho, para  el día en el cual  el pescatero de al timbre y  el número de la pantallita  sea el suyo.
Tarde o temprano ese día llega y acontece el desastre, alguien le otorga al Gorraplato  su Gorra de Plato
Posiblemente, quien se la ha otorgado, ha vislumbrado los afanes  en pos del poder de nuestro amigo y seguramente le ha dado un cargo pequeño para que deje de dar por el saco y por eso, intentando que semejante grano en el culo le deje en paz le ha hecho encargado o responsable de algo.
Otras veces su modus operandi es más sibilino, consistiendo en minar lentamente la confianza y el respeto de la persona  a la que quiere relegar y que hasta ahora ha gestionado las cosas de forma impecable.
Esta persona sin saber como, se encuentra de repente recibiendo miradas de soslayo y percibiendo pertubaciones en la fuerza a su alrededor y cuando tras arduos esfuerzos y sacrificios personales, baja de la montaña, con sus tablas de la ley que tanto esfuerzo le ha costado cincelar, todos aquellos que le seguían, se encuentran adorando becerros de oro prometidos por el Gorraplato.
Él  les ha prometido  que los hará más altos, más fuertes, mujeres hermosas se lanzaran a sus pies y  serán coronados todos y cada uno de ellos como dioses en una ceremonia de Funus Imperator. Él es el hijo de la promesa,  el  señor de las tablas se las puede meter por donde amargan los pepinos.
 él  por supuesto, será la única opción válida para ocupar el puesto.  Pulirá sus galones para que  cualquiera que los mire quede deslumbrado por su poder se llamará a si mismo  " el jefe de..." y  se sentirá como  el elegido  en el juego de Atmosphere
El Gorraplato es un  ególatra, una persona que tiene espejos por paredes y alguien que cree que los demás están ahí para su gloria, piensa que todo estaba mal hasta que él llegó, y que agradecidos deben estar los que están a su cargo de que él ha llegado.
 Con alegría y festejos empieza a  destrozar  todo lo que había para imponer su  brillante plan.  comienza cual alcalde recién envestido, a poner glorietas, que no hacían falta, a cambiar las farolas isabelinas por otras mas modernas y  a plantar árboles tropicales en un clima desértico
Los demás le hacen caso, obnubilados por sus promesas de hacerles más guapos y más fuertes, de garantizar un walhalla con rubias  camareras que les sirvan cerveza y  aunque no están del todo de acuerdo en mucchas cosas, tragan por el bien común,  ahora que se han librado del antiguo líder  se sienten extasiados ante las promesas de este.
 Pero pasadas las glorias de su coronación , del circo y el pan gratis, los subordinados empiezan a darse cuenta de su verdadero ser,  el benéfico extraterreste, guapo y alto es en realidad un lagarto que come ratones, el líder libertador es un tirano y lo mejor de todo, la gorra de plato  que le han dado ha sido tomada no como " un marrón" que es lo que la gente medio normal pensaría, sino como un atributo de poder sobre ellos
Ya no pueden opinar, ya  no pueden decidir que es lo que quieren o no hacer, alguien está tomando las decisiones por ellos y a lo que abren los ojos y el deslumbramiento por el nuevo "Jefe de..." se apaga a su alrededor.
 Aquello por lo que todos habían luchado y vivido ya no existe, el reino próspero y en paz donde todos  vivían  felices, es un erial y de repente todos se encuentran sin ganas de seguir, porque recordemos, el grupo era algo que las personas hacían como hobbie, porque les gustaba, porque era un lugar en el que estaban a gusto, porque el antiguo jefe  siempre se había preocupado por todos, les había hecho sentir importantes a todos, todos eran parte de algo grande y si no lo era se sentían de ese modo, pero el gorraplato ya no cuenta con ellos, ya no pregunta, decide.Ya no los convoca frente a la hoguera para  ver como enfrentar la batalla entre todos, ordena. No da explicaciones de sus actos, mira desde arriba.

El Gorraplato es un ser destructivo, una persona tóxica, alguien que no piensa sino en sí  mismo  que si no fuera por miedo sería La novia en la boda el muerto en el entierro etc..
 Aún así tiene escrito su propio final, pues la rueda de la fortuna gira y quien está arriba, estará a abajo y quien  no entienda el liderazgo como un servicio para los demás, como una manera de ser útil a todos y de  tener en cuenta a todos,  caerá con la misma fuerza  con la que ha subido
 El antiguo líder sonríe entonces mientras ve como se quema la Roma que tantos años esfuerzos y lágrimas le costó construír en  silencio mientras otros se llevaban las mieles del éxito,  el antiguo líder goza  y sufre a partes iguales  al ver lo acontecido, pero  no volverá. ¿Queríais caldo? pues comed y hartaros


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