La noche del Martes es una noche de humildad franciscana, la cofradía de la Crucifixión es una de las más humildes y bonitas que estos días toman las calles. la cofradía tiene un carisma muy marcado, por su hábito por sus atributos por su forma de desfilar con recogimiento y silencio.
No se si es que Francisco de Asís, siempre me ha transmitido buen rollo por eso del hermano sol y la hermana luna, por los estigmas o por lo de vivir de lo que la caridad quiera darte, pero, me llenan el alma de ternura.
La cofradía es muy pequeñita todo lo más procesionan unas 100 personas y está despojada de toda la pompa que ostentamos las demás
Una pequeña peana hermosa por su sencillez recortándose en el fondo oscuro del retablo que estos días forman las jambas de San Cayetano. se eleva sobre nuestras cabezas bailando al compas de la marcha lenta que tocan los hermanos mientras proyecta sobre la fachada unos haces de luz que parecen salir de los brazos del madero y que consiguen un efecto impresionante en los que observamos
Otra de las cosas que me gusta de esta cofradía es el profundo respeto que transmiten por la Cruz In Memoriam. Una original Tau para recordar a aquellos que no están, no incluye nombres, como si nos anunciara que una vez dejemos este mundo, todos formaremos parte de la silueta labrada que hay en su parte frontal, al Avanza léntamente hacia la iglesia, para fusionarse en la oscuridad del interior del templo y por el camino, encoge lentamente el corazón, no puedo evitar pensar que los que se marcharon seguro se asoman por las esquinas de la plaza y pasean entre nosotros poniéndonos los pelos de punta a aquellos que todavía aquí, compartimos este momento, pues no hay otra explicación para la emoción que nos embarga a todos.
Hoy tambien han procesionado otras cofradías, pero no voy a hablar de ellas pues mi corazón hoy está lleno del ejemplo franciscano
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