sábado, 31 de marzo de 2012

Sábado de pregón

Un hormigueo me recorre la espalda y los riñones,  no pueden ser nervios, porque llevo haciendo esto mismo.  muchos años pero no lo puedo remediar.
El  olor del Sidol en mis manos, al limpiar la corneta pulirla ya abrillantarla, el poner el capirote en su rejilla cónica y ajustar los ojos, el último repaso a los botones, aunque sé de sobras que no falla ni uno, los bajos de la capa con aquella mancha de aceite que  se implantó allí un año de lluvias y que nunca más se ha marchado. El cíngulo, los guantes nuevos que huelen ya a pasión y a incienso...Todo eso  me hace vibrar de una forma que no llego a comprender.
Me gusta mirar  mi hábito en su funda, como si fuera algo que hay que preservar de los vientos impuros del mundanal ambiente humano, como si fuera algo que aunque es mío, no me pertenece, sino que en ocasiones yo lo llevo puesto.
Lo saco,  y el olor a  luna nueva de primavera inunda la habitación. Mi hábito huele a redoble y a incienso,  huele a las flores del paso, mi hábito tiene su propio olor, como si las hebras de  hilo  hubiesen   absorvido cada  partícula de  aroma a Semana Santa  y  ahora lo emanasen  por la habitación Aunque el jabón y el agua cumplan con su funcion, ahí sigue año tras año ese aroma especial.
Lo aspiro con fuerza, y el aroma  me llena los pulmones y  se esparce a lo largo de mis células,  no cabe duda de que este estraño espíritu lo embarga todo, cada rincón de mi y de mi alma
Hoy me voy a poner mi hábito y a salir a la calle reprsentando a mi cofradía en el piquete, no pueden ser nervios, pero lo son.
 Sé que cuando las puertas de San cayetano se abran y un haz de luz entre a la iglesia junto con el murmullo de las personas  que se apelotonan en la plaza, cuando el  estandarte proyecte su sombra sobre mi rostro ya cubierto, cuando  traspase el umbral del templo,  una emoción tremenda me va a embargar de nuevo,  un nudo en la garganta me va a  impedir tragar saliva y la boca se me  va a  secar, sé que mis primeros pasos van a ser titubeante y  sé la Semana santa estará en la calle y yo con ella un año más



viernes, 30 de marzo de 2012

reflexiones para un viernes de dolores

Ya ha terminado la jornada de huelga, evidentemente para unos ha sido un éxito, para otros un día tranquilo en que las hormigas  hemos dicho que  hoy a la reina la iba a  alimentar su padre, el baile de cifras es pasmoso y  el gobierno en vez de preocuparse por sufrir su primera huelga en 100 días de gobierno está  que pierde la cabeza por la imagen que hemos dado en el exterior
 Como decía Miguel Hernández, de quien ayer día 28 se conmemoraba  su muerte en una cárcel franquista. "No soy de un pueblo de bueyes"y en días como ayer me alegra comprobarlo, si la imagen de España en el exterior es la de  señores bajitos que se dejan mangonear por los señoritos y a quienes les preocupa  el cumpleaños de Andreíta, las novias de la Pantoja y  el Villarato  pues ójala reviente mañana por la tarde de 3 a 5.
Que quereis que os diga, a mi que las banderitas las mugas y las nacionalidades me importan un pimiento choricero, pues  la imagen de España y más aún de la  España facha,rancia y casposa  me la trae al pairo
 Ni me gustan los toros , ni mi comida favorita es la "paelia" ni duermo siesta porque me levanto con dolor de cabeza, ni se me hincha el alma al oír el himno nacional, vaya por delante que  tampoco el Viva España de Manolo Escobar
Soy una española muy rara a quien las cosas que le hacen sentir esa cosa llamada orgullo, son gente como Cajal, Buñuel, Gracián, María Moliner, Lorca, Cervantes o Avempace o Vicente Ferrer, Sanz Briz... pero no  tonterías varias sobre símbolos, escudos...
Por eso y antes de dejar este tema aparcado durante la semana y por ser Viernes de Dolores  como tengo que  plancharme el hábito y limpiarme la corneta... os pego un poema que siempre me ha gustado mucho
 
Y no, no es de un español


 ¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron, cansados, las rocas los reyes?
A Babilonia, tantas veces devastada,
¿quién volvió, nuevamente, cada vez, a levantarla?
¿En qué casas de la dorada Lima vivían los constructores?
En China, ya erigida la muralla,
¿dónde fueron por la noche los obreros?
La gran Roma está llena de arcos de triunfo
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares?
¿Es que Bizancio, la tan cantada,
solo tenía palacios para sus habitantes?
Hasta en la legendaria Atlántida,
esa noche en que el mar la devoraba,
los que se hundían gritaban, llamando a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César derrotó a los galos.
¿No lo acompañaba ni siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando su flota fue hundida.
¿Nadie más lloró?
Federico II venció en la Guerra de los Siete Años.
¿Quién venció además de él?

Cada página una victoria.
¿Quién cocinó el banquete del triunfo?
Cada diez años un gran hombre.
¿Quién cubrió los gastos?

Tantas historias.
Tantas preguntas.

Bertold Bretch
Y si quieres escuchar la canción basada en este poema de Ixo Rai! pincha aquí