Mientras pienso que escribir hoy , el Libro de la Almohada se despereza de
su letargo sobre mi estantería y me
llama
¡Cógeme! ¡Léeme de nuevo! ¡Dame vida otra vez!
Y se la doy a mi manera, lo abro por cualquier parte y leo
“Cosas que emocionan”
Las palabras se
transportan a través de los siglos y de
las culturas mientras me acarician.
No recordaba la
sensación de tener entre las manos un suzuribako decorado
con abanicos, un cuenco de té, una
melodía tocada con un Shanshin.
La cadencia rítmica del shishi odosi recordando tras la pared de papel el devenir eterno del tiempo que no se detiene.
No sé por que, mi
habitación está llena, de repente y sin darme cuenta, de flores de cerezo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Opina, porque el que tiene boca se equivoca