miércoles, 23 de mayo de 2012

Señor Wertz Cállese

Verá Sr Ministro le voy a contar un par de historias
Cuando  yo iba a la escuela de pequeña a veces le preguntaba a mi abuela como era su cole si la maestra le ponía tantos deberes, que por qué no tenía libros de cuando ella iba a clase....
 Ella me decía que casi no iba, porque  no le gustaba mucho y como tenía que ayudar en casa muchas veces la mitad del tiempo no  se acercaba por allí, se quedaba a ordeñar las vacas, o ayudando en las labores cotidianas mientras sus padres se iban al campo
A mi no me cabía en la cabeza que mi abuela a mi edad tuviera otras obligaciones que hacer cuentas en un cuaderno Rubio y despues marcharse a jugar por ahí, o que se quedara en casa, no entendía que mi abuela no se quedaba jugando  sino haciendo la comida o limpiando
Los padres de mi abuela no tenían recursos, no podían mandar a su hija a la escuela y dejar de comer, o permitirse que  mi bisabuela se quedara en casa en vez de ir a  espigar  u otras tareas, así que  la que se quedaba era mi abuela
Mi abuela no fue mucho a la escuela, por que no quiero hablar de mi abuelo que pastoreaba  en una torre y sus padres eran aún más pobres que los de mi abuela. Eso sin contar que eran 5 hijos aunque dos se quedaron por el camino; uno murió en un accidente con el tren, otro anda perdido en alguna cuneta, de esas que según ustedes no hay que  tocar para no  remover viejas heridas ( serán viejas para ustedes, porque a algunos aún  nos duelen)

Mis padres si fueron a la escuela,  mi padre incluso hizo lo que ahora sería una FP,  le hubiera gustado seguir estudiando, pero como  tenía que ayudar en casa le pilló la mili y  otras circunstancias no lo hizo, siempre le queda la espinita  de no haberlo hecho, tampoco podría habérselo pagado. Entonces la Universidad no era algo normal, y muy poca gente se lo planteaba siquiera.

 Mi madre... bueno mi madre tuvo " la suerte" de que un día una monja de las Anas se pasó por el pueblo y su maestra le comentó que era una pena que mi madre no pudiese cursar estudios porque tenía cabeza suficiente para no conformarse con la escuela del pueblo. 
Mis abuelos que sabían lo que  era no ir a la escuela, hicieron un esfuerszo y la mandaron con una beca a 100km de casa con 10 años. Era una  interna, escolanas las llamaban y además de estudiar, tenía que limpiar el colegio  de arriba  abajo  para   pagarse los estudios y servir a las que entraban por la puerta principal,
 Al  año siguiente mandaron a mi tía con  mucho más esfuerzo, pues ya le digo, mi abuelo era jornalero y mi abuela tenía una vaca y vendía la leche por las puertas. Mi madre y mi tía  se pasaron  su infancia entrando al cole por otra puerta y encima fregando, porque de la beca no veían ni una peseta  si , se la quedaban las monjas
Luego mi madre, a la que le gustaba estudiar, hizo bachillerato y se sacó lo que hoy sería un Auxiliar Administrativo, trabajó unos años pero luego se casó y como se estilaba por aquel entonces...  dejó de trabajar
Nací yo, y fui al colegio desde los cuatro años , fui a un colegio concertado pero porque en mi barrio, hablamos de  1984, no había más que un público masificado y este quedaba más cerca, después he sido usuaria de la educación pública y actualmente  poseo dos títulos universitarios, licenciándome a la vez que los hijos de aquellos que habían sido los "amos" de mis abuelos.
¿Usted ve? sin salir de  mi familia en tres generaciones hemos pasado de no pisar la escuela a  acceder a la universidad. De considerar la escuela  como un lujo, al que renunciar para poder mantener una  familia, a que supusiera algo por lo que hacer un esfuerzo extraordinario pero necesario, y finalmente a ser algo  normal, ir al colegio y  que mis padres pudieran permitirme estudiar sin sufrir privaciones, sin recurrir a  caridad o sin tener que pagarme el colegio trabajando o lo que es lo mismo limpiándolo por poder asistir a unas clases,
En tres generaciones hemos subido tres escalones académicos, no se usted, pero yo estoy orgullosa de estas tres historias. Yo, sé lo que es estudiar y aprender e ir a clase con normalidad, tener libros de texto ( con lo que cuestan), cuadernos, gomas, estuches... Maestros especializados y formados, con un sueldo digno y  no seres amargados, poco más que  mendigos; pasar más hambre que un maestro de escuela ¿ le suena? a mi no,  a mis abuelos y a mis padres si.
 Ahora en mi barrio hay tres colegios públicos y dos institutos de ESO y FP. Esto sería en cualquier cabeza normal un motivo de orgullo, no sólamente  hemos mejorado en infraestructuras, sino que la inmensa mayoría de nosotros, considera la educación  algo indispensable.
De ser común el no ir a la escuela para trabajar, o el hacerlo de forma que hoy sería considerado explotación infantil, hemos cambiado y para mejor, esto no puede ser un gasto Sr Ministro,  esto es una inversión
Y tiene usted la poca vergüenza  de decirnos que quien  no tenga para pagar la educación será porque no sabe renunciar a otras cosas.
Si lo sabemos señor Wertz, al menos en mi familia lo sabemos, lo saben mis abuelos, mis padres y yo lo sé porque me lo han contado toda la vida

 Porque  gracias a  estas historias, yo fui a la universidad y vi lo bueno que era,  porque quiero para mis hijos lo mejor, si  tengo que renunciar a otras cosas renunciaré, pero me parecería muy triste, porque a usted y a los de su clase les de la gana , el tener que desandar el camino andado  y volver a los tiempos de mis padres donde estudiaban los que podían pagarlo y los que no, se conformaban con ser mano de obra para los caciques y los patrones.
Tambien estaría  bien para variar que demostrase usted lo que es renunciar a  algo en pos de la educación, que se bajara el sueldo, que dejasen de quitarle dienero a  la escuela para dárselo a los bancos, que usted y sus amiguetes gestionan tan  mal.
Ustedes y los de su clase son los que no saben lo que es renunciar a nada para ir al colegio, para estudiar una carrera y  sin embargo para justificar  este desmán, nos intentarán convencer
, seguramente, de que nos hemos formado por encima de nuestras posibilidades.

Por eso, le pido que se calle, que no hable de lo que no sabe y que si quiere saber lo que  es renunciar , baje al mundo real donde la gente cobra mil euros con suerte  y vea lo que supone a una de esas familias con todos sus miembros en paro, o  con hipotecas tremendas, enviar a sus hijos al colegio, después pregunte si dejarían de hacerlo
Y despues de  caminar en sus zapatos tres generaciones,  hable con conocimiento de causa, si no  tiene otro camino más corto: dimita

1 comentario:

  1. Certifico tus historias, la primera como tú, de oir contar a mis padres su infancia. La segunda porque es mi vida y asi es como sucedio y la tercera porque es la que hemos compartido y es nuestra realidad. Nunca me habia parado a pensarlo pero ahora al verlo escrito me he sentido orgullosa del esfuerzo de estas tres generaciones, que tu describes personificando en nuestra familia, y que es el reflejo de otras muchas de este Pais. Sres del gobierno ustedes no leeran esto , por lo tanto nunca entenderan el orgullo la alegria y la felicidad de la nieta e hija de jornaleros del campo al leer estas lineas escritas por su hija. GRACIAS HIJA , un beso mama.

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