A veces la gente tiene miedo de que el amor se haga cotidiano, pero si entendemos lo que quiere decir cotidiano a mi me parece que el amor cotidiano es lo más hermosoa lo que puede aspirar una persona.
Si buscamos en el diccionario la palabra nos lleva a otra " diario" que en sus dos primeras entradas está definida de la siguiente manera:
1 adj: Correspondiente a todos los días.
Luego todo se vuelve cotidiano, natural, las mariposas se vuelven proyectos, el flotar en el vacío se vuelve compañerismo y el estado de enajenación personal donde la otra persona es lo único que vemos y que nos parece tan ideal, desaparece para ser conocimiento mutuo, experiencias compartidas, confianza y respeto. Si antes amábamos al otro con devoción, cuando el azul del traje destiñe y el caballo se vuelve pollino, lo amamos con tranquilidad y nos parece tan normal y tan esencial tenernos el uno al otro que pareciera que hemos estado juntos desde nuestro nacimiento
Amar a otra persona en el día a día es como levantarse, ir al trabajo, caminar o respirar. Y entonces es cuando el amor alcanza su máxima expresión, cuando se vuelve real , cuando se vuelve tangible, cuando empieza a ser un buen material para construir los sueños Porque al final el amor se hace tan diario que acaba inundando hasta los cimientos y las vigas de la casa que lo acoge
El amor de verdad, ese de todos los días que sentimos sin darnos cuenta, como si siempre hubiera estado allí, no entiende de límites ni de barreras no se circunscribe sólo al objeto de nuestro amor, a ese ser que nos llena el estómago de hormigueos. No se termina en sus ojos, en sus manos, en los besos y en la pasión que nos despierta, es mucho más que la la necesidad de hacer a la otra persona feliz. Llega un momento en que el amor eclosiona en nuestros seres cercanos, existiendo la necesidad imperiosa de que todos los que nos quieren sean partícipes de nuestros sentimientos y ya no es solo una persona a la que amamos, sino que amamos por extensión a todas aquellas personas que el otro ama y que le aman.
Amamos a sus padres a sus hermanos a sus amigos, a su mascota... De repente un motón de gente extraña empieza a formar parte de nosotros, a acampar en nuestro corazón, empezamos a quererlos también y a desear su felicidad. Sin apenas percatarnos, todos ellos empiezan a ser caricias para el alma, que nos construyen de nuevo cada amanecer, nos reconfortan nos acompañan, nos cobijan, nos cambian. Aunque sigamos siendo nosotros, ya no somos uno, tampoco somos dos, somos infinitamente más que eso.
Amar no puede llevarnos a la soledad sino a la compañía y a querer compartirlo, por eso un día decidimos hacer una gran fiesta y que todos aquellos a los que amamos estén presentes. Les llamamos felices, lo anunciamos a los cuatro vientos y ellos que saben lo importante que es el amor y que nos quieren, vienen y celebran lo que es un secreto a voces: dos personas que se aman con locura también quieren que celebremos con ellos esta dicha de saberse multiplicado por cientos en los corazones de mucha gente
Las caricias del alma se suceden en estas ocasiones, los recuerdos vuelan como hojas secas en una mañana de viento, comno el polen en primavera y algunas veces brotan en lágrimas de alegría porque de repente en medio de la celebración te das cuenta que tu eres parte de ese amor también, que un trocito es tuyo y que algo tan hermoso solo puede ser bueno
Cuando el amor llega un punto en el que es tan natural que tantas personas se sienten parte de él, solo puede hacer que la rueda de la vida siga girando y este mundo oscuro, frío y cruel sea un lugar más habitable y luminoso
Es importante hacer del amor algo cotidiano y no milagroso, no hacerlo excepcional, no hacerlo anecdótico, es importantehacerlo diario y que camine en todas las direcciones de la rosa de los vientos, que se multiplique y rebote en los demás como en un espejo.
Cuando dos personas se aman, ningún amor del mundo les es ajeno y me parece necesario que el amor sea para nosotros como una respiración, o un pestañeo, que aunque no nos demos cuenta suceda mientras la vida continúa su devenir.
Es la única forma que tenemos de que la esperanza siga viviendo otro día más en el fondo de la caja de Pandora
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