jueves, 28 de junio de 2012

Personas a las que el cine les ha jodido la imagen II

Si en el post anterior hablábamos de un músico al que el cine le ha jodido la imagen  hoy vamos a hablar de un pintor a quien  la búsqueda de la dualidad del bien y el mal tanto en literatura como en cine le ha jodido bastante la imagen
Mi  entrada de hoy va dedidaca a ese pintor a quien la historia ha relegado a un segundo plano de manera inexplicable y a quien mucha gente tiene como  malo  malísimo: Francisco Bayeu y Subías

El imaginario colectivo,  retrata a Bayeu como un envidioso que sabedor de la grandeza de su cuñado y amigo, no para de ponerle trabas y  de tirarle pelotillas con el boli Bic en clase mientras  consigue por medio de tacticas de matón hacerle bulling en el cole primero y mobbing en el curro
 La familia la da Dios y los cuñados los carga el Diablo, así que a la peña le pone mogollón imaginar a un Bayeu reconcomido en la cena de Nochebuena, mientras oye a Francho contar cómo ha tenido que vender su calesita de ocho caballos porque se ha dado un par de piñas y cómo ha decidido comprarse un coche mucho más familiar, porque el Ferrari de la época  es un coche muy bonito pero incómodo y que con tanto churumbel ( Goya tuvo 8 hijos de los que solo sobreviviría el pequeño, Javier) no se pueden poner las sillitas en condiciones.
Así que Bayeu está hasta las pelotas del cuñado y hace que nadie quiera contratarle y habla fatal de él en el bar, para que nadie le compre sus cuadros y  que no tenga amiguitos, porque sabe que su cuñado es más listo más guapo y pinta mejor que él y además cuenta unos chistes geniales con lo cuál, si su cuñado  empieza a tener  conocidos y a caer bien, pues  a él, que no mola tanto, no lo van a "ajuntar" para jugar a las chapas y  nadie le va a querer de pareja para el guiñote y por eso va poniéndolo de chivato, de empollón y de comemocos a cualquiera que le diga que majo es Francho, consiguiendo así que nadie lo invite a su cumple y seguir siendo él el centro de atención..

 Las cosas nunca son tan complicadas, Bayeu no fue un pintor de segunda y mucho menos le hizo la vida imposible a su amigo y cuñado, sino que al  contrario de todo lo que pudiéramos imaginar para una novela, le consiguió curro y le ayudó a perfeccionar su técnica,  fue su maestro y su Cicerone en la Villa y Corte lo apoyó, lo protegió y  tanto fue así que Goya se casó con  "Pepa" su hermana, gracias a él tenemos en el Pilar el Regina Martyrum
Francisco vino al mundo en Zaragoza un nueve de marzo de 1734 en el seno de una familia de pintores, lo fueron también sus hermanos: Manuel, un fraile cartujo y Ramón, su hermano pequeño
Fue alumno de Luzán (estudio,donde coincide con Goya) y de González Velázquez; quien había acudido a Zaragoza a pintar el cielo de la Santa Capilla y con quien se marcha a Madrid becado por la Academia, donde gana un concurso. Llega de nuevo a Zaragoza y conoce a Mengs Pintor del rey Carlos III quien lo ficha y se lo lleva de nuevo a Madrid
Allí, empieza a pintar muchísimo y lo que es mejor aún, en la primera división de los pintores, es decir; empieza a pintar para la Monarquía Española, pinta para la Reina en sus aposentos y para el Príncipe de Asturias, pinta el Salón de Embajadores del Pardo...
 Ahí le tenemos, un mocete que al llegar a Madrid tenía 28 años, consigue que decir Bayeu en la corte sea sinónimo de decir pintura.
Pero Bayeu no olvida su tierra y decide  volver a Zaragoza en 1775 para pintar las techumbres del Pilar y aquí  llegamos al episodio del cual la rumorología popular, alimentada por el cine y la necesidad e buscar un guisante en el colchón, lo colocarán para siempre como un envidioso y un taimado.
 Gracias a él llaman a Goya para pintar en el Pilar y es en este momento cuando "discute" con Francho  debido a un quítame allá esas pajas con la forma de pintar novedosa de Goya quien hace una decoración basada  en figuras grandes que solo son perceptibles desde el suelo ( vistas de cerca, parecen arte abstracto), con una composición  que para entonces era algo nunca visto ( menos aún en Zaragoza) y pintadas tan rápidamente, que no podía ser que aquello estuviera bien hecho (212 metros cuadrados en 4 meses).
Resultó, que la obra de Goya a los encargantes les pareció un poco zuruño ( Todos hemos escuchado la frase: lo que pinta ese son cuatro rayujos que los pinto yo en dos "patás"). La cúpula de Goya no era del agrado del público, ya que lo que molaba por aquel entonces eran las formas "coquetas" del Neoclasicismo del que Bayeu no olvidemos era  el máximo exponente, así que cuando vieron el Regina Martyrum, pusieon cara de "pues vaya" y dijeron que había zonas defectuosas y  que sus bocetos  para las pechinas con las Virtudes ligeritas de ropa,  eran  una desvergüenza y una falta de respeto, haciéndole un par de  correcciones, obligandole a  cambiar sus bocetos y haciendole copiar cien veces "Pintaré como Bayeu y no como a mi me de la gana"
No es dificil imaginar  el rebote y cabreo de Goya que vaya por delante, podía ser muchas cosas menos torpe pintando, mientras Bayeu  intentaría calmarlo:
 " -Francho tío cede un poco, que total son cuatro tontadicas aquí y allá, que te has pasado con lo de las pechinas y lo sabes,- Que si, que tienes razón pero aquí somos unos mandados, ellos pagan y donde pago me cago - Que a ti lo que te pasa es que te crees que mandas en tus obras y no es así la cosa, no es así Francho no te pongas  cabezón- Que si de mi dependiera pues no sería así la cosa pero no depende, yo estoy igual que tu..."
 Pero aquí entramos también a un cambio de mentalidad y de posición del artista. Goya pertenecía a una  nueva generación, a una forma distinta de entender al artista y a su obra, más parecida a la que entendemos hoy. Goya ya no se sentía un artesano al servicio del mecenas sino una persona que crea y que es dueña de sus obras y de lo que pinta en ellas. Así que como Bayeu no le da la razón y  el Cabildo no para de decirle que vaya truño de cúpula se ha clavado, se pone en plan " Es mi Scatergories y me lo llevo" se rebota con Bayeu y el resto de la ciudad marchándose a Madrid y es entonces cuando escribiendo a su gran amigo Zapater le dice "Es pensar en Zaragoza y pintura y ardo vivo"
Pero ahí es todo, la sangre no llegó al río y  seguro que cuando se le paso el mosqueo a Franchito, Bayeu y él siguieron quedando a  tomarse unos vinos por Madrid  y  a bailar el minué por todas las  fiestacas del famoseo de la época como buenos cortesanos que eran, yo  al menos prefiero imaginarlos así.

Despues del Pilar Bayeu sigue pintando y engrosando su currículum, pinta en la catdral de Toledo, pinta en Aranjuez, vuelve a pintar en el Pilar, es director de la Academia de San Fernando y encargado de los Reales Sitios,  es pintor de cámara ( Mengs ya no está y Goya aún no es  Francisco "de" Goya "y" Lucientes) y recibe el importantísimo encargo de pintar  el techo del dormitorio del Rey ( ahí es nada)
 Encima de todo eso y durante todo el tiempo protege y le da curro a Goya en muchísimas ocasiones, despues Francho pasó a ser  Don Francisco, se puso el De y el Y en los apellidos para farutear un poco ( recordemos que su padre era dorador y la familia de su madre labradores de la baja nobleza)  y se convirtió en uno de los mejores pintores de la historia y una de las personalidades más arrebatadoras y sugerentes de todos los tiempos,  por lo cual no voy a entrar en más detalles acerca de su vida en este post.
 Francisco Bayeu  y Subías, que fue sin ninguna duda el mejor pintor de su siglo quedó ofuscado  por la luz que irradiaba su amigo y fue injustísimamente vilipendiado por el cibne y la literatura. No se por qué  la historia ha sido así de mala  con este  gran hombre, porque  fue sin duda un gran hombre y podemos decir  sin tapujos que un grandísimo artista.
Como muestra un botón, bueno varios:

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opina, porque el que tiene boca se equivoca