Acabo de terminar un libro y como siempre me deja un rato observándolo mientras intento interiorizar todo lo que me ha contado... Y las montañas me han hablado ¡y como!
mientras acabo de secar mis ojos, porque he acabado llorando a lágrima viva, recuerdo como conocí a Khaled Hosseini, fue en el cine.
Me habían hablado de comertas en el cielo y fui a verla, no me gustan especialmente las películas tristes, porque me gusta he de reconocerlo el cine palomitero que te hace salir de tu mundo y que es fantasía, soy fan acérrima de Star Wars y de algunas otras pelis como Willow o culauiqera de los Monty Pyton, de películas que veo una y otra vez sin aburrirme citaría también a " Amanece que no es poco" y Viridiana, sin duda mi película favorita de toda la historia del cine y también y aunque suene un poco ñoño Casablanca y Tiempos Modernos.
Lo cierto es que soy ecléctica en cuanto a gustos cinéfilos pero si tuviera que hacer mi lista de películas que me llevaría a una isla desierta serían esas.
Bueno el caso es que vi cometas en el cielo, me gustó. Luego descubrí que estaba basada en un libro de un autor afgano y contrariamente a lo que suelo hacer ( no me gusta ver adaptaciones de libros en el cine ni leer libros basándome en películas) porque me gusta que mi imaginación funcione y que el relato o la historia sea un encuentro entre el autor y yo; imaginar con los datos que me da los rostros, las voces los paisajes y el ambiente de las historias. No me gusta adjudicarles el rostro del actor de moda... ni a los paisajes un paisaje real... en la imaginación todo es siempre mejor.
Tampoco me gusta la realidad de encontrarme otra cara en los personajes que he dibujado en mi mente mucho menos las interpretaciones que un director de cine da a las obras literarias ( algún día os contaré el planchazo que supuso para mi El Hobbit o El hombre que susurraba al oído de los caballos)
En este caso como digo, rompí una de mis reglas que para eso están y leí el libro: Me encantó. Si la película me había parecido bonita el libro simplemente me estrujó el corazón.
Poco despues cayó en mis manos Mil soles espléndidos y me gustó tanto que grabé el nombre del autor en mi mente para leer todo lo que tuviera pero para mi disgusto, eso era todo.
Hasta que hace no mucho cuando salía de una librería, ví en un estante " Y las montañas hablaron" no lo dudé y me hice con él.
No voy a desvelar nada de la trama de los libros, hay miles de reseñas y críticas por internet que lo hacen mejor que yo simplemente os diré por qué me gusta tanto este hombre y sus relatos.
En un universo literario donde se ha puesto de moda leer cosas insustanciales de protas vacíos y mal construídos donde las historias tienen una única lectura, donde el color de las páginas y la textura de las palabras es plano y sin vida, ( Si me refiero a cosas como Furúnsculo o 50 truños de Grey) Khaled Hosseini trama historias realistas, que a lo mejor no han sucedido, pero que podrían suceder, con un olor a especia oriental y el color dorado de un atardecer, lo sé son sensaciones sinestésicas pero eso es lo primero que pienso al rememorar estos libros.
Plagados de poemas y leyendas Afganas por las que simplemente merece ya la pena abrir la solapa las historias de este hombre son crueles, llenas de cosas duras de guerra, de hambre de pobreza, pero hay algo que me encanta, los personajes son humanos, son personas de carne y hueso. No son ese tipo de personaje malo por que si y bueno -tonto.
Casi todos los personajes de Hosseini se equivocan, cometen errores, tienen un punto mezquino y a la vez tienen motivos de forma que rara vez puedes acabar señalándolos con un dedo acusador. En muchas ocasiones te encuentras compadeciendo al que sería un hombre malvado, a la que sería una mujer malísima y acabas queriendo, que como al protagonista, todo le salga bien.
Estos personajes, a diferencia de muchos que tenemos que soportar hoy en día ( si las cucharillas de té de furúnsculo, o los bobos solemnes de Grey) tienen una historia detrás y son como son por algo que los lleva a actuar como actúan. Esos personajes acaban siendo tan reales porque son capaces de cualquier cosa de lo bueno y de lo malo , como cualquiera, son seres humanos que te conquistan y te convencen.
No es algo que tenga obligatoriamente que suceder en estas tres historias, pero lo cierto es que siempre acaban hablando de la esperanza, dejándote un sentimiento agridulce, emocionando al fin y al cabo, haciéndote soñar y reflexionar sobre lo afortunados que somos algunos y lo curiosa que puede ser a vida, tan larga y tan corta a la vez.
Os animo a sumergiros en el mundo mágico de estos relatos...
Ya me direis si llevo razón o no
viernes, 22 de noviembre de 2013
miércoles, 7 de agosto de 2013
Las 13 Rosas
"Que mi nombre no se borre de la historia"
Carmen Barrero Aguado
Martina Barroso García
Blanca Brisac Vázquez
Pilar Bueno Ibáñez
Julia Conesa Conesa
Adelina García Casillas
Elena Gil Olaya
Virtudes González García
Ana López Gallego
Joaquina López Laffite
Dionisia Manzanero Salas
Victoria Muñoz García
Luisa Rodríguez de la Fuente
¡Presentes!
lunes, 5 de agosto de 2013
Estío
Mientras el sol de julio dirige una orquesta de cigarras,
y el gris río de asfalto reluce, vapor de rocío que se eleva en la mañana,
Hace calor en mi alma pero el recuerdo de tus ojos me apaga la sed
Llega agosto con sus noches en la plaza con su música de verbena con las vidas reencontradas.
Con alegría con fiesta,
como un oasis entre tanta rabia, igual que lo es tu sonrisa para mis palabras.
Y cuando todo pase y se marche agosto
dejando el ruído de los vasos secos, que entre torbellinos de cierzo bailan,
destapando la melancolía por la fiesta terminada,
Tu seguirás sonriendo iluminándome el alma,
con tu mirada luminosa con tu risa franca,
Pero¡Carpe noctem!, Olvidémonos de todo y bebamos, hasta el último sorbo de esta vida
que en agosto estalla
Y sintamos que no hay penas que el tiempo se para.
Bailemos vivamos
Que al final todo se acaba
Y cuando llegue el momento agarraremos el día que nace tras la persiana
y el gris río de asfalto reluce, vapor de rocío que se eleva en la mañana,
Hace calor en mi alma pero el recuerdo de tus ojos me apaga la sed
Llega agosto con sus noches en la plaza con su música de verbena con las vidas reencontradas.
Con alegría con fiesta,
como un oasis entre tanta rabia, igual que lo es tu sonrisa para mis palabras.
Y cuando todo pase y se marche agosto
dejando el ruído de los vasos secos, que entre torbellinos de cierzo bailan,
destapando la melancolía por la fiesta terminada,
Tu seguirás sonriendo iluminándome el alma,
con tu mirada luminosa con tu risa franca,
Pero¡Carpe noctem!, Olvidémonos de todo y bebamos, hasta el último sorbo de esta vida
que en agosto estalla
Y sintamos que no hay penas que el tiempo se para.
Bailemos vivamos
Que al final todo se acaba
Y cuando llegue el momento agarraremos el día que nace tras la persiana
martes, 11 de junio de 2013
Llueve en mi ciudad
Llueve en mi ciudad y cortinas transparentes van forrando mis cristales, las calles se vuelven grises y oscuras como una película de los años 20,
El invierno que cala los huesos se alarga demasiado y parece que ataca los rostros de mis vecinos tornando en gesto adusto y apresurado el reguero de pasos perdidos que desgranan por las aceras, borrados por la hermana agua; pareciera que hoy no es humilde ni preciosa, ni casta.
La lluvia otrora bendición, tantas veces rogada en estos desérticos rincones monegrinos es hoy un elemento molesto, nos impide navegar en sandalias por los grises recuadros de hormigón y cemento que entierran los reciuerdos del oasis sobre el que vivimos y sentarnos plácidamenete en una terraza a obervar el volar brioso de las palomas.
Llueve en mi ciudad, y las torres se recortan en un cielo gris y violento de truenos y relámpagos fugaces.
me resulta casi buñuelesco llevarme cerezas a la boca, mientras fuera el invierno puebla la primaveral mañana
Es tan triste mi ciudad cuando llueve... Con tanta hambre a sus espaldas, tantas historias, tan gris y tan quieta, que a lo mejor el invierno piensa que ha muerto bajo la tijera implacable.
Y la tristeza calmada de mi alma, que cada día se puebla más gris y más negra de rabia cuando abro los diarios, se siente como el invierno, incapaz de abandonarme para ceder el paso a la esperanza, a los días de sol y a las noches estrelladas....
El invierno que cala los huesos se alarga demasiado y parece que ataca los rostros de mis vecinos tornando en gesto adusto y apresurado el reguero de pasos perdidos que desgranan por las aceras, borrados por la hermana agua; pareciera que hoy no es humilde ni preciosa, ni casta.
La lluvia otrora bendición, tantas veces rogada en estos desérticos rincones monegrinos es hoy un elemento molesto, nos impide navegar en sandalias por los grises recuadros de hormigón y cemento que entierran los reciuerdos del oasis sobre el que vivimos y sentarnos plácidamenete en una terraza a obervar el volar brioso de las palomas.
Llueve en mi ciudad, y las torres se recortan en un cielo gris y violento de truenos y relámpagos fugaces.
me resulta casi buñuelesco llevarme cerezas a la boca, mientras fuera el invierno puebla la primaveral mañana
Es tan triste mi ciudad cuando llueve... Con tanta hambre a sus espaldas, tantas historias, tan gris y tan quieta, que a lo mejor el invierno piensa que ha muerto bajo la tijera implacable.
Y la tristeza calmada de mi alma, que cada día se puebla más gris y más negra de rabia cuando abro los diarios, se siente como el invierno, incapaz de abandonarme para ceder el paso a la esperanza, a los días de sol y a las noches estrelladas....
martes, 30 de abril de 2013
Carmen
Carmen Carminis: del latín Canto, Música, Poema, Conjuro, Hechizo.
Si los nombres definieran por su significado a las personas, no necesitaría escribir nada más para definir a mi abuela.
No, creo que no voy a escribir esta noche nada más sobre ella, mujer, que fue mis canciones infantiles, la música en las mañanas de verano, los poemas que aprendí de sus labios como legado inmaterial, patrimonio para siempre de mis hijos y mi alma, el conjuro para mis miedos y mis dudas y el hechizo del amor verdadero que dura toda la vida y más allá de ella
Felicidades abuela
Si los nombres definieran por su significado a las personas, no necesitaría escribir nada más para definir a mi abuela.
No, creo que no voy a escribir esta noche nada más sobre ella, mujer, que fue mis canciones infantiles, la música en las mañanas de verano, los poemas que aprendí de sus labios como legado inmaterial, patrimonio para siempre de mis hijos y mi alma, el conjuro para mis miedos y mis dudas y el hechizo del amor verdadero que dura toda la vida y más allá de ella
Felicidades abuela
jueves, 4 de abril de 2013
Domingo de pascua
El domingo era pascua de resurrección en mi pequeño rincón del mundo. la tibia lluvia de marzo había abrillantado las calles y los yesos y los tejados de las casas musitaban un lento desperezar, las ramas de los árboles como encías de lactante, mostraban las promesas de sus flores y hojas cual dientecillos, algunas más adelantadas perlaban de un tibio aroma el ambiente.
La vida renacía entre claro oscuros de las nubes maliciosas que jugaban al escondecucas con el sol perezoso.
Mi pequeño rincón del mundo resplandecía entre aquel juego de luces ofreciendo un escenario casi de tramoya. Las voces del tiempo pasado que horadaron las entrañas de los cortados creando casitas que se desparraman por las laderas se estremecían ante el tañir glorioso de las campanas que rompían el silencio musical de la mañana de primavera.
¡ Cristo vive!¡ La muerte ha sido derrotada!. cantaban a voces desde el campanario... mientras un coro de pájaros las desafiaba diciendo, ¡No!,¡ Es la vida la que vive! ¡Es la tierra la que resucita!,
Las campanas al rato se cansaron pero los pájaros siguieron alegres con sus trinos, exclamando el aleluya potente del campo que estalla en colores olores y formas. En promesas de sueños que dejaron atrás ya el miedo de los hielos, las escarchas y la oscuridad
¡Aleluya!
La vida renacía entre claro oscuros de las nubes maliciosas que jugaban al escondecucas con el sol perezoso.
Mi pequeño rincón del mundo resplandecía entre aquel juego de luces ofreciendo un escenario casi de tramoya. Las voces del tiempo pasado que horadaron las entrañas de los cortados creando casitas que se desparraman por las laderas se estremecían ante el tañir glorioso de las campanas que rompían el silencio musical de la mañana de primavera.
¡ Cristo vive!¡ La muerte ha sido derrotada!. cantaban a voces desde el campanario... mientras un coro de pájaros las desafiaba diciendo, ¡No!,¡ Es la vida la que vive! ¡Es la tierra la que resucita!,
Las campanas al rato se cansaron pero los pájaros siguieron alegres con sus trinos, exclamando el aleluya potente del campo que estalla en colores olores y formas. En promesas de sueños que dejaron atrás ya el miedo de los hielos, las escarchas y la oscuridad
¡Aleluya!
domingo, 17 de marzo de 2013
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