martes, 11 de junio de 2013

Llueve en mi ciudad

Llueve en mi ciudad y  cortinas transparentes van forrando mis cristales, las calles se vuelven grises y oscuras como una película de los años 20,
El invierno que cala los huesos se alarga  demasiado y parece que ataca los rostros de mis vecinos tornando en gesto adusto y apresurado el  reguero de pasos perdidos que  desgranan por las aceras, borrados por  la hermana agua; pareciera que hoy no es humilde ni preciosa, ni casta.
La lluvia otrora bendición, tantas veces rogada  en estos  desérticos rincones  monegrinos es hoy un elemento molesto, nos impide navegar en sandalias por los grises recuadros de hormigón y cemento que   entierran los reciuerdos del oasis sobre el que vivimos y sentarnos plácidamenete  en una terraza a obervar el volar brioso de las palomas.
Llueve en mi ciudad, y las torres se  recortan en un cielo gris y  violento de truenos y relámpagos fugaces.
 me resulta  casi buñuelesco  llevarme cerezas a la boca, mientras fuera el invierno  puebla la primaveral mañana
Es tan triste mi ciudad cuando llueve... Con tanta hambre a sus espaldas,  tantas historias, tan gris y tan  quieta, que a lo mejor el invierno piensa que ha muerto bajo la tijera implacable.
Y la tristeza  calmada de mi alma, que cada día se puebla más gris y más  negra de rabia cuando abro los diarios, se siente como  el invierno, incapaz de  abandonarme  para ceder el paso a la esperanza, a los días de sol y a las noches estrelladas....

martes, 30 de abril de 2013

Carmen

Carmen Carminis: del latín Canto, Música, Poema, Conjuro, Hechizo.

Si los nombres definieran por su significado a las personas, no necesitaría escribir nada más para definir a mi abuela.
No, creo que no voy a escribir esta noche nada más sobre ella, mujer, que fue mis canciones infantiles, la música en las mañanas de verano, los poemas que aprendí de sus labios como legado inmaterial, patrimonio para siempre de mis hijos y mi alma, el conjuro para mis miedos y mis dudas y el hechizo del amor verdadero que dura toda la vida y más allá de  ella
Felicidades abuela

jueves, 4 de abril de 2013

Domingo de pascua

El domingo era pascua de  resurrección en mi pequeño rincón del mundo. la tibia lluvia de marzo había  abrillantado las calles y los yesos y los tejados de las casas musitaban un lento desperezar, las ramas de los árboles como encías de lactante, mostraban las promesas de sus flores y hojas cual dientecillos, algunas más adelantadas perlaban de un tibio aroma el ambiente.
 La vida renacía entre claro oscuros de las nubes maliciosas que  jugaban al escondecucas con el sol perezoso.
 Mi pequeño rincón del mundo resplandecía entre aquel juego de luces ofreciendo un escenario casi  de tramoya. Las voces del tiempo pasado que horadaron las entrañas de  los cortados creando casitas que se desparraman por las laderas  se estremecían ante el tañir glorioso de las campanas que rompían el silencio musical de la mañana de primavera.
¡ Cristo vive!¡ La muerte ha sido derrotada!. cantaban a voces desde el campanario... mientras un coro de pájaros las desafiaba diciendo, ¡No!,¡ Es la vida la que vive! ¡Es la tierra la que resucita!,
 Las campanas al rato se cansaron pero los pájaros siguieron alegres con sus trinos, exclamando el aleluya potente del campo que  estalla en  colores olores y formas. En promesas de  sueños que  dejaron atrás ya  el  miedo  de los hielos, las escarchas y la oscuridad

 ¡Aleluya!

domingo, 17 de marzo de 2013

10000

Ayer  sumé 10000 visitas a este pequeño rincón , muchas gracias a todos.
.
Birchinia

Blanco

<<Pisando el campo nevado
Embargóme la alegría
y es que lo nuevo te alegra
porque lo viejo se olvida>>
Brotes de Olivo

Blanco como   un paño de altar dispuesto para celebración de un día de fiesta; me esperaba el monte, con su  magia cegadora del invierno, tal y como lo relatan las postales navideñas,hermoso como los ojos de un niño una noche de reyes, la mano amiga de las cumbres me tendían su reto, no me lo iban a poner fácil pero me invtaban, a llenarme los ojos con la luz celestial que la nieve pura reflejaba por todas partes; dejando entrever los penachos de las copas de los abetos sobresaliendo bajo mis rodillas.
Crujía el  manto  de terciopelo helado bajo mis pies y en ocasiones los agarraba como si aquel valle quisiera que me quedara por siempre. Ilusión, efímera como los copos posados en mis pestañas que desaparecían al calentarse, pues el gélido viento  borraba mis pasos y la huella de mi caminar, como si no quisiera que la pena que traía  conmigo mancillara la blanca paz del entorno.
Yo pobre  intrusa , perteneciente a la peligrosa especie que todo lo enturbia,  la especie más  terrible y rastrera, me sentía  como una elegida  entre aquella promesa de primavera  y vida  que se se dejaba entrever  entre  colmillos de hielo que parecían querer desgarrar mis amarguras.
Me llené la vista con la magia de un país de ensueño, la nariz con  el fino aire  que   parecía limpiar mi sangre y mi alma de tal forma que  al descender de nuevo a las monegrinas estepas, me pareció que allá bajo las nieves eternas mis penas  se habían quedado también congeladas
Y me embargó allí entre la nada blanca, la alegría de saber que tarde o temprano volvería para oler la hierba verde y  escuchar el canto de las aves.

<<Y esque lo nuevo te alegra porque lo viejo se olvida>>

lunes, 11 de marzo de 2013

La parada

Cuando se camina por los senderos  de la montaña  más cuando el camino es largo,a veces la caminata se vuelve mecánica, una pone una bota detrás de otra y  mira las piedras del sendero para no caerse, para no recordar que le pesa la mochila o para  evitar que el sol te de en los ojos.
En esos momentos   nos perdemos paisajes y bosques, nos olvidamos del cielo azul del valle verde y de la impresionate banda sonora del cantar de los pajarillos. En esos momentos no caminamos, simplemente nos desplazamos.
A veces cuando esto pasa es bueno pararse y respirar un poco, beber agua y llenarse de nuevo los ojos con lo que nos rodea.
A veces es bueno  pararse a pensar  por qué nos pusimos a caminar  de madrugada y a veces es necesario sentarse un poco,  bajo una buena sombra a ver pasar  otros caminantes por  delante nuestro.
 Detenerse y descansar, meter los pies en un arroyo,  tumbarnos en la hierba y rodar por una ladera, cerrar los ojos y escuchar las hojas  movidas por el viento, respirar los aromas del campo y  llenarte las retinas de cosas nuevas y frescas. Entonces cuando  las chinas que nos herían  los pies son solo unn recuerdo, cuando  hemos alisado todas las arrugas del calcetín, cuando  hemos recordado el  fin de nuestro caminar y volvemos a ver la cumbre llamándonos hermosa y desfiante y al camino como una experiencia maravillosa , no como  una rutina... ha llegado el momento de continuar.
Es el momento de revisar la mochila,  tirar lo accesorio, ponerse de nuevo las botas y seguir hacia delante.
No merece la pena  caminar senderos  mirando al suelo
No merece la pena hacer las cosas por rutina
No merece la pena hacer algo sin ilusión
No merece la pena vivir por obligación

jueves, 14 de febrero de 2013

Febrero



Febrero esconde  bajo las escarchas y los hielos demasiado calor como para ser un mes frío.
Comienza con candelas encencidas en la noche, con hogueras de viejos leños que se llevan lo malo y atraen irremediablemente lo bueno, empieza con músicas de charanga  cerca de las llamas con  la Santa pícara  que  es mujer, que es digna que  es libre y amada, .
Febrero le da la vuelta a la realidad y disfraza con risas y colorete los zarpazos de rabia y de ira que nos traen los tiempos oscuros la noche eterna que parece no levantar de las páginas de los periódicos. Permite febrerillo carnavalero que  dibujemos sonrisas en las penas y  lo malo sea bueno, febrero es creativo, febrero es fiesta.
Febrero  esconde el fuego de los amantes,  la fiesta del amor carnal, del único amor verdadero; sangre y fuego y huesos y cuerpos que se buscan,
Febrero trae al fin a  doña Cuaresma con sus ayunos, pero la rama del almendro me susurra entre flores blancas, que no le tenga miedo porque bajo la costra de la rosada, la vida se despereza  tranquila como un gato que dormita al sol del medio día y vendrá con el esplendor de la mañana y la increíble orquesta del cantar de los pájarillos.
Flora se acerca, saltando entre las hojas del calendario. ya la oigo danzar entre los campos y los sotos